miércoles, 3 de agosto de 2011

Jueves


Salimos ese día, ese jueves por la mañana, ella... no tenía nada que hacer, yo quería hacerlo todo con ella. Caminamos como si hubiese sido la primera vez -a lo mejor lo era-; juro que no me cansé, no había ni música ni pájaros ni calor, sólo caminábamos, de la mano, sueltos, juntos. Nunca fuimos tan bellos como en ese momento, nunca nos amamos tanto como en ese día.

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