y cuidadosamente se sacó la ropa. Se olvidó de promesas hechas, de cuidar las formas, de saltar barreras, de cometer errores. Se olvidó por un momento -que sin dudas fue epifánico- de sus miserias, de sus rencores, de sus broncas contenidas.
Se entregó.
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2 comentarios:
todavia no
http://www.youtube.com/watch?v=6g2wqNeBUKs&feature=related
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