viernes, 27 de enero de 2012

Así era

Cuando todo comenzó, le gustaba todo de ella: su pelo, su boca, sus ojos, sus caderas.
Cuando todo comenzó, los días eran hermosos independientemente de que estuviera nublado o saliera el sol.
Cuando todo comenzó, los libros que ella le recomendaba eran perfectos, una extensión de esa mujer que lo encantaba.

Hoy... es igual.

Después del alba

Sí así era banda de sonido con canciones mezcladas para emociones mezcladas amor-extrañeza y muchas pero muchas palabras cada una de ellas o casi todas con peso y sustancia como a ellos les gustaba también había distracciones palabras de relleno tonterías bobadas que los hacían reír porque de eso se trataba, se amaban profundamente si es que cabe ese adjetivo que a ellos les resbalaba se amaban y punto cuando alguien intentaba descifrar sus códigos ellos sólo miraban hacia el costado aburridos y buscaban refugio ante tanta estupidez y pedían tacos bien calientes con una cerveza bien fría y se tomaban de las manos por debajo de la mesa las apretaban fuerte por un instante e inmediatamente después ella lo acariciaba en el muslo y pensaban en alguna manera de escaparse algún pretexto y salían disparados hacia nuevos horizontes mejor decir salimos disparados porque ahora estamos en la calle bebiéndonos el cielo negro de tormenta y el viento nos refresca los rostros y es ahora en este momento ya en que nos besamos y ella me dice estoy embarazada y a mí se me caen las lágrimas y no te quiero soltar nunca o por lo menos hasta dentro de nueve meses y justo ahora salen los pesados del bar y nos ven y creen erróneamente que estamos peleando y por suerte nos dejan solos aprovechamos y partimos raudos a casa porque estoy agotada mi amor, me dice ella en un susurro y yo le digo muy bien mientras te veo dormir porque seguro que esta noche la pasaré en vela para asimilar tamaña noticia te voy a cuidar te cuidé porque esto ya pasó y acá está el fruto de tanto amor y salió el sol tantas mañanas que ya no recuerdo cuándo fue la última vez que nos miramos a los ojos por favor no te vayas o mejor sí ésta es la única manera de soportar la música que se ha vuelto oscura y opresiva mejor sí andate no quiero verte sufrir vos sabés no hay culpables pero es irremediable.

(fin)

jueves, 26 de enero de 2012

Azul

Como un vampiro apoderándose de sus cosas, una máquina de robo y apropiación se acuerda ahora de tardes en el patio con olor a mate con yuyos sin azúcar siempre y ella a su lado perfume a piel suave tierra bien negra están ahora ahí discutiendo proyectos una suave brisa los envuelve una vez más debe reconocer que él no está a su altura porque ella sencillamente es, y él se esfuerza por ser. Como casi siempre la música es la adecuada una de las contadas cosas que él sabe hacer elegir la música y los momentos para callar y sólo mirarse en silencio escucha su respiración y le mira el cuello donde muchas veces la mordió por puro placer y para robarle hasta la última gota de sangre porque con ella revive fuente de juventud y en el patio todo es azul ahora hace un poco de frío se abrazan de pie se dicen te amo y él abre los ojos y se da cuenta de que se hace tarde para ir a trabajar.

sábado, 21 de enero de 2012

Alba

Claro, eso es lo que pensó inmediatamente después de despertarse al sentir cómo las hojas de los árboles de su casa se movían por el viento y claro, pensó, no veía demasiado porque aún no amanecía y el cielo estaba negro por las nubes cargadas de agua como si fuera el último día.

A su lado ella respiraba acompasadamente arriba, abajo arriba, abajo de nuevo su panza redonda perfecta bronceada los brazos en cruz sobre su rostro como una suerte de escudo contra la luz del alba que ya venía.

Claro, se dijo mientras permanecía rígido inmóvil boca arriba igual que ella pero con los ojos bien abiertos repasaba uno a uno los movimientos de la noche anterior y los del día anterior y los de la semana anterior cómo era que habían llegado hasta aquí él tendido desnudo por completo ella sólo con una musculosa verde que apenas le tapaba el pubis que él recordaba suave perfecto y suyo porque era suyo o por lo menos lo fue según él recordaba y entonces ella abrió los ojos por un instante ojos que él sabía hermosos marrones pero que a esa hora parecían negros profundos y que él reconocía a veces tristes siempre esquivos para el común de los mortales pero no para él porque para él eran inquisidores y sinceros y dulces y lapidarios cuando su mirada acompañaba las más graves sentencias y ella cerró los ojos respiró hondo y se tendió de costado dándole la espalda su cola grande casi perfecta mostraba que ya amanecía porque él podía ver las marcas de las tiras de su bombacha y las áreas adonde el sol no había llegado una mezcla de colores tostados y rosados que definitivamente conformaban el paisaje justo para esa hora y para todas las horas que siguieran.

Ahora todo era púrpura afuera y él reconocía las siluetas familiares de los árboles, los muros, los postes de luz, el cielo como marco a las formas de la cotidianidad que una vez más comenzaría en breves instantes. Se levantó sigilosamente, salió de la habitación y en muy pocos movimientos ya se bañaba enérgicamente con agua helada y el ruido de la ducha le impedía escuchar cómo ella también en el baño se sacaba su remera y lo abrazaba fuerte tiritando de frío bien despierta y con un beso que duró lo que dura recorrer el cuerpo del hombre que había elegido comenzó el día, el día en que sin que ambos lo supieran todo cambiaría.

(continuará)

miércoles, 18 de enero de 2012

Laberinto

De modo obsesivo y meticuloso reconstruyó uno por uno los momentos previos. Cada gesto y cada señal fueron registrados en su memoria fotográfica, como una colección de catálogos, mapas indicadores de destinos posibles.
Pensaba en las múltiples opciones de itinerarios, rutas y desvíos, atajos para llegar donde ella lo esperaba, con la certeza de sus caderas perfectas y la urgencia de la sangre caliente.

Ella ya había hecho ese recorrido muchas veces antes, y era una viajera mucho más experimentada que él. Ella era la ruta.El viaje. El destino. Ella era rojo, azul, verde, paisaje, sol de la mañana, luna llena, lluvia, viento, pelos revueltos, ojos inquisidores, labios de caramelo, todo.

El... miraba, exploraba, se dejaba llevar con la mochila a cuestas, bien calzado para caminar largas distancias, con ropas ligeras y buena voluntad.

Cuando todo comenzó, no sabían con certeza cuándo ni dónde terminaría el laberinto.

A lo mejor aún no salieron de él.

miércoles, 11 de enero de 2012

Push Upstairs-Underworld

http://www.youtube.com/watch?v=ZSfPJlOjxzc&feature=related

Viaje

Se acordó de sus zapatillas de imitación, compradas fuera del circuito de tiendas reconocidas, ahí donde los feriantes exhiben dudosos productos.
Se acordó de sus miedos. Se acordó de sus palabras, siempre -o casi siempre- acertadas.
Se acordó de su auto. De colores. De atardeceres. Se acordó de raras canciones. Se acordó de ciertos lugares.
Se acordó de su padre.
Se acordó del primer beso. Se acordó de cómo ella lo acariciaba. De lo que le susurró al oído la última vez que fue a su casa. (Le dijo que era lindo).

Se acordó de un día gris de lluvia, igual que éste, cuando mirar al cielo era como un viaje, sin boleto de regreso.

Tomó el primero de muchos cafés. Negro, solo, sin azúcar. Empezó el día.