viernes, 27 de enero de 2012

Así era

Cuando todo comenzó, le gustaba todo de ella: su pelo, su boca, sus ojos, sus caderas.
Cuando todo comenzó, los días eran hermosos independientemente de que estuviera nublado o saliera el sol.
Cuando todo comenzó, los libros que ella le recomendaba eran perfectos, una extensión de esa mujer que lo encantaba.

Hoy... es igual.