miércoles, 9 de noviembre de 2011

Dos valijas llenas de amor

Calor insoportable que aprieta en las sienes y no deja respirar porque además ella se fue vació el ropero llenó dos valijas y diciéndole cosas descarnadas chorreando sangre sin siquiera cerrar la puerta tras de sí desapareció él sólo alcanzó a ver el pliegue de su pollera larga y el taco de su zapato cuando se perdió en el vapor de la siesta más pesada que nunca entonces se ahogó fue a la heladera tan vacía como el ropero y sacó una botella de agua de la que bebió hasta el final se sentó en el piso los objetos que lo rodeaban parecían tan devastados como él lo estaba y lloró a mares durante horas fue hasta el espejo estoy hecho una mierda pensó se bañó pero el calor era implacable la llamó mil millones de veces por teléfono y ella no contestó nunca y volvió a llamarla pero nada me voy a matar pensó no seas tan estúpido se reprochó me las voy a cojer a todas no seas tan patético se dijo y transpirado mojado empapado en sudor salió a la calle pero antes había estado tirado en la cama ahora más grande mirando un foco tan desnudo como él lo encendía lo apagaba así treinta veces seguidas salió a la calle dije y el calor lo abrazaba y lo abrasaba afuera no había nadie en realidad nadie que lo acompañara y caminó tres cuadras y después cuatro y entró al bar de siempre y se tomó otra botella de agua con el vaso se tapaba los ojos llorosos trataba de concentrase en sus obligaciones en algún libro en lo que fuera cuando por la ventana la vio pasar con la misma pollera y los mismos zapatos ya sin las valijas, no iba sola.

2 comentarios:

Agostina dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=tjiHHq5xza4

Varsanyi dijo...

Uyyyyyyyy demasiado lejos está el otoño.