Le duele el estómago. Se siente mareado.
(Ella estaba con su pantalón rojo, su remera musculosa, su buzo de algodón en la cintura, y con la sonrisa de siempre -la de hace años, la de una vida que parecía haber sido vivida por otros, no por ellos-, le dijo fresca y contenta: "Hola..." y como al descuido dejó que él oliera su perfume a la pasada.)
(continuará)
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