Salen al amparo de la noche, ahora despejada y fresca. La lluvia ha dejado sus marcas en el pavimento, en las veredas brillosas, en los cuerpos de ellos y de muchos otros. Caminan rápido hasta la avenida, vamos le dice ella, vamos que estoy feliz y hoy y como siempre quiero más, ahora ella corre y sus pelos vuelan y él la alcanza muy rápido y la toma de las caderas besándola una sola vez en los labios, que hoy no se pintó.
Entran a un bar luminoso y lleno, de gente y de adornos y de ruidos de vasos que chocan y de risas estruendosas y de rincones donde nuevos amantes se abrazan con sigilo, prudencia y deseo, y de otros rincones donde futuros amantes entablan el juego cuyo final conocen, pero disimulan.
Ellos nunca dejan de mirarse mientras hablan, las mínimas distracciones -saludar a gente que conocen, pedir comida y bebida- son sólo pequeños paréntesis que sostienen todo lo demás.
El lugar es amarillo y brillante, la mesa de madera casi negra, los vasos enormes y de boca ancha. La noche acaba de comenzar.
Beben como en un ritual espiralado de lenta destrucción, no hay límites hoy, bucean cada vez más profundo y entonces sus ojos se enrojecen, la visión se les nubla, la gente ha desaparecido, el ruido de fondo ha sido mitigado, son sólo ellos dos en el centro de la noche, ahora que están muy borrachos salen lentamente, no miran a los costados, suben a un taxi y ahí dentro él la acaricia con su mano derecha por debajo de la pollera, el auto está oscuro y ella lo deja hacer semidormida pero excitada. El viaje es lo suficientemente largo como para que el orgasmo silencioso llegue en el preciso momento en que abre los ojos, con una semisonrisa que dura un segundo; han llegado.
Casa. Piso blanco y frío, cigarrillos, sofá cama. Azul violeta gris oscuro. Las ropas ya quedaron a un lado, ella sólo conserva su bombacha, él no tiene nada encima, van a dormirse abrazados en pocos minutos, la noche se termina.
(continuará)
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2 comentarios:
Para ellos la noche nunca termina
Se termina con el último home run, me dijeron hace poco. Hay que ver cuándo ocurre eso.
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