lunes, 31 de octubre de 2011

Vení (final)

a mi casa le dijo por teléfono fue escueta la conversación le dio datos precisos de cómo llegar cuál era su piso su casa su departamento tiene plantas en el balcón se ve desde la calle le dijo a la tarde le da el sol del oeste y no dijo nada más repito fue escueta la comunicación.

Llegó acalorado apurado transpirado un poco son los nervios pensó pero qué estúpido si está todo bien llamó soy yo dijo él hola pasá dijo ella subió por la escalera los escalones de tres en tres tocó el timbre se dio cuenta de que la puerta ya estaba abierta entró ella lo esperaba recién bañada húmeda de agua y de deseo con la ropa adecuada con las ansias adecuadas es perfecta se dijo él para sí estoy loco se dijo también y qué lindo que sos le dijo ella mientras lo besaba exactamente como debía y sabía y lo miraba un poquito desde abajo porque él era más alto y los ojos de los dos conectados enchufados intensos.

Tenemos tiempo le dijo ella tenemos mucho tiempo él se relajó aceptó el agua fresca que ella le ofreció se bebió el vaso entero de un trago se sentó en el sillón ancho negro ella a su lado antes trajo una cerveza pequeña tomaron del pico los dos mientras tanto hablaban con la música que él le había traído de fondo efectivamente el sol daba en el balcón y en las plantas del balcón por la tarde hoy no trabajo le dijo ella muy bien le dijo él hoy soy toda tuya le dijo con una sonrisa pícara.

Sin tocarse se tocaban era increíble nunca nunca nunca habían sentido algo así porque nunca se habían perdido en un otro de ese modo el tiempo suspendido el sol ahora sobre sus caras y sus cuerpos a ella se le veían los hombros y el nacimiento de sus pechos las piernas torneadas y doradas su vestido era finísimo y transparente él tenía prendido hasta el último botón de su camisa vieja costumbre heredada y se había quitado las sandalias sus pies eran largos y finos como él entero trátame suavemente decía la canción de fondo loop una y otra vez trátame suavemente acordeones y violines y la voz dulce detrás.

Otra cerveza de a dos y más tarde sería vino tinto con mucho cuerpo y vegetales para comer pero eso sería después de hacer el amor en la alfombra azul del cuarto de ella cama grande alta sábanas al piso de un lado y ellos dos del otro la luz justa para ver sus contornos y las gotas de sudor en la punta de sus narices él le dijo date vuelta y besó hasta el último centímetro de su espalda hasta su cola blanca y redonda y dura y así fue como ella tuvo su primer orgasmo con las caderas en alto y raspándose las rodillas un poco días después se reiría cada vez que se las mirara.

Exhausto él los ojos entreabiertos ellos ahora de nuevo en el living que el día anterior rebosaba de globos y de gente hoy vacío con las personas más que suficientes ella le dijo fue mi cumpleaños y él le dijo soy tu regalo y ella le dijo será el mejor que me hicieron y que me harán quiero salir de la mano con vos y entonces dijo él que se vaya todo al carajo quiero caminar por paisajes verdes y blancos con vos de la mano.

Sonó dos veces el teléfono que ella rápida de reflejos se encargó de desconectar y él le regaló músicas desconocidas para ella y ella le enseñó sus objetos más preciados y privados que nadie nunca jamás había visto y él maravillado y encantado miró en silencio por horas estuvieron así el vino hacía el efecto deseado y ella le dijo vení por segunda vez en el día pero ahora le dijo vení conmigo y lo condujo por el pasillo hasta su cama que no hizo falta tender porque ellos eran género y número plurales múltiples reptiles animales camaleones pulpos de miles de brazos y piernas y ojos y bocas y lenguas siempre besándose y comiéndose y abrazándose y abarcándose no dejaron un resquicio sin explorar.

La luz también azul que entraba por la ventana y el silencio de la urbe dormida eran el mantra que los adormecía a ellos también uno contra el otro uno por el otro y uno con el otro hasta eso era perfecto sus cuerpos se adaptaban a las formas que uno proponía y el otro aceptaba de inmediato los pies de ella fríos siempre según le dijo contra los de él invariablemente calientes pequeño y sutil cosquilleo los firmes pechos de ella contra el de él aún con cierta agitación luego del orgasmo larguísimo y profundo surgido desde sus entrañas los rostros a centímetros y el brillo de los ojos de ella y los dos hablando en lenguas.

Y ahora que compartían por segunda vez la noche y que ya habían desayunado y fumado y bebido y que habían hecho el amor también por segunda vez durmieron por horas sin pensar en el mañana.

Porque mañana es este día que nace y yo me despierto con vos aún entre mis brazos, y cuando abrís los ojos muy despacio te pregunto si querés salir a caminar conmigo, de la mano, y vos me decís en voz baja pero con la modulación exacta mientras te desperezás como hacen los gatos "Sí, mi amor, por supuesto que sí. ¿Y desayunamos café negro, con tostadas?. Pago yo esta vez". Y el sol entra por nuestra ventana grande y a mí me encanta.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=mBGKvZkvibo

Varsanyi dijo...

?

Anónimo dijo...

ja no era ese
es este
http://www.youtube.com/watch?v=Vsma-_6L-WA

Anónimo dijo...

o este

http://www.youtube.com/watch?v=psQYV8UrieE&feature=related

Nuncatetoco dijo...

El taxi será compartido esta vez?

Varsanyi dijo...

Anónimo: perfecto. Gracias... totales!
Nuncatetoco: para ellos parece que sí. tarifa reducida.

Agostina dijo...

Por más historias contadas en partes! Me encantó

Agostina dijo...

Si hablan de Cerati a mí me gusta este:
http://www.youtube.com/watch?v=nA2Onta7ocM

Varsanyi dijo...

Agostina: Gracias

Varsanyi dijo...

Ya no sé de que hablo yo, y de lo que hablan los demás. Pero se armó una banda de sonido para este post que bien podrían patentar Anónimo y Agostina. Regalías a discutir.